Es un líquido de aroma y sabor derivado de la especie de agave empleado y del proceso de elaboración, debido al proceso artesanal y a la horneada con leña el sabor suele ser ahumado, diversificando sus cualidades por el tipo de suelo, topografía, clima, agua, productor (maestro raicillero), graduación alcohólica, levaduras, entre otros factores que definen el carácter y las sensaciones organolépticas producidas por cada Raicilla.